lunes, 8 de agosto de 2011

Una vez más, lo de siempre

Siempre sigo las mismas pautas. Tomo asiento y aire y seguidamente incorporo entre mis manos la carta del local elegido para la ocasión. A veces ni siquiera hay carta, cosa que resume todavía más esta historia. Por encima de todo, me ocurre en pizzerías, es donde cobra menos sentido lo que os voy a contar. Me digo: "hoy voy a cambiar, hoy me tiro a la piscina, hoy será el principio del comienzo. La vida es muy aburrida si siempre hacemos las mismas jodidas cosas, si siempre pedimos el mismo jodido plato". Estoy harto de pedir la 4 quesos habitual, la que lleva copando mis horas en pizzerías, restaurantes italianos y platos de pasta de guardar. Tras observar los ingredientes de cada una de ellas, ya estoy decidido, voy a elegir la más transgresora, yo sí que valgo. Se acerca el camarero, ¿qué van a tomar? Para mí una 4 quesos.

martes, 12 de mayo de 2009

Como las frases que ya no te escribo...

Como el corazón del rico, como el bolsillo del mendigo, como los besos de alquiler...

miércoles, 28 de enero de 2009

¿Tienes 4 minutos?

Despertarme por la mañana contigo y verme en tus ojitos, cuánto hace que no lo hago...nos gusta levantarnos cuando las calles aún no están puestas...¿a quién quiero engañar?, nos gusta levantarnos cuando ya están puestas del todo y toda la gente en sus respectivos sitios...pero que no sea muy tarde, para que la panadería aún tenga calentitos los croissants que te llevaré sin que te des cuenta, con azúcar sí...Quería comentarte algo, creo que ya lo escuchaste aquella noche en que te leía despacito:

(...)"Sabes cuando estás en una relación en la que todo va bien, no hay discusiones, parece que marcha como la seda, y sin embargo sabes perfectamente que ésa no es la persona? Pues a mí contigo, me pasa todo lo contrario"(...)

lunes, 12 de enero de 2009

Con el estómago en la mano y un nudo en el corazón...

Todo va al revés. Hago como que lo entiendo, como que lo respeto, como que es normal. No debería engañarme y sin embargo, lo hago. Y sé todo lo que ello conlleva, todo lo que me va a traer, todas las consecuencias, ya me las sé. Y tú también. Cierro los ojos e imagino. Imagino que nada ha cambiado, y sin embargo, sé que todo ha cambiado. Imagino que todo sería igual, y sé que nada sería igual. Imagino que no imagino, y entonces todo va bien. Sólo un poco más, que soñar no hace daño.